martes, 17 de noviembre de 2009

Encuentro

Me he perdido en mi misma, en mis esfuerzos, en mis razones, en mi humano sentir, leo, pienso, soluciono problemas, me desespero por los que no puedo solucionar, me angustio por los que no les encuentro solución.

En mi trabajo, en casa, con amigos, discuto y comento de la incertidumbre que paso por no tener una solución, hasta comento lo que no debo para ver si por ahí a alguien se le ocurre algo, o mejor aún si me da la solución.

Pero tu Señor dónde estás, en toda esta telaraña de sentimientos encontrados y pensamientos varios que en tropel llegan a la vez, dónde estás tú, donde mis ojos, donde mi voz, donde mi pensamiento, donde mi corazón.., en cualquier lado menos en ti, donde la confianza; en el error menos en la verdad.

Que tonta, buscando preguntas cuando ya tengo la respuesta: Tú Señor, mi Dios, tú que siempre estás allí derramando amor y gracia sobre mí.

Poner la confianza en ti, que duro se me hace y que fácil olvidar que me cuidas como Padre, que el camino recorrido hasta el calvario es ejemplo para cada acto de mi vida y tu entrega ejemplo digno de amor. Ya está todo dispuesto y qué difícil es asistir al convite.

Tengo que recuperar la confianza para ofrecértela y lo que más deseo es abandonarme en ti en todos los momentos difíciles de mi vida abrazándome a tu cruz y siguiendo el ejemplo fiel de Santa María.

Me he perdido en mi misma pero en ti me he encontrado...