miércoles, 28 de octubre de 2009

Inicio de la conversión


Al amor de los amores...
Hoy Serás mi aliento el sustento adecuado para mi alma y mi cuerpo.
El corazón se alegra al verte, tan dispuesto a platicarme.
Cada gesto simple de mi cotidiano andar son maravillas ante tus ojos, los realizados por mis actos, los hechos por mis manos, los que aun estan dentro de mí; yo ya no se que más dar...
Hay un baúl donde hay cosas para sacar, también muchas otras que deshechar; con tu ayuda podré hacerlo, con tu guía podré dar acierto ante la duda sobre por donde mirar, podré despojarme de trastos viejos que no sirven sino para estorbar y ocupar lugar, mientras que en cola esperan las cosas que aprendí que tomarlas en cuenta y que hacerlas parte de mí, me llevaran a la felicidad plena. Así bajo la educación que me das voy construyendo con cuidado la morada donde tu has de habitar, la fortaleza en un cuerpo donde quiere reinar la verdad, donde quiere que reine la paz.